Siempre en algún momento del día me da un antojo por algo dulce, pero hace tiempo que comencé a eliminar bocados o golosinas empalagosas. Es cuestión de reeducar el paladar, volver a sentir los sabores originales de los ingredientes, o tal vez empezar a conocerlos si es que nunca les dimos la oportunidad.
Puede ser que al comienzo nos parezca «poco dulce», pero te aseguro que cuando comenzás a cambiar los hábitos, de a poco, tu paladar empieza a descubrir nuevos sabores.
Esta mousse es ideal para utilizar en postres pero también para comer así sola, a cucharadas. Es apto para intolerantes al gluten, a la lactosa y además, vegano.
Ingredientes (salen 4 porciones):
- 200 gr de castañas de caju activadas (las dejamos en remojo por 8 hs.; transcurrido ese tiempo descartamos el agua y enjuagamos)
- 40 gr de aceite de coco neutro (4 cdas si está líquido; 1 y 1/2 si está en estado sólido)
- 4 cdas de lino molido
- 4 cdas de miel de dátiles (12 dátiles remojados en agua tibia por 15 minutos y luego triturados hasta lograr una melaza)
- 4 cdas de cacao amargo
- agua filtrada
Procedimiento:
- Colocamos todos los ingredientes (menos el agua) en una licuadora o procesadora. Procesamos bien y agregamos agua de a poco según sea necesario, hasta lograr una consistencia de mousse.
- Podemos servir en 4 vasitos o compoteras, o en un cuenco más grande toda la preparación junta. Por arriba podemos terminar con nibs de cacao.
- Recomiendo refrigerar al menos 1 hora antes de servir.
- Este mousse dura en la heladera unos 5 días.
Un comentario Agrega el tuyo