Sigo probando opciones de pan sin gluten, mi cocina se ha transformado en un laboratorio de experimentación. Luego de leer en varios sitios, libros, y de haber tomado distintos tipos de clases de cocina, me animé e probar este pan utilizando directamente el cereal.
El resultado me encantó. Sinceramente no se parece en nada a un pan tradicional de molde tal como lo conocemos, pero tiene su encanto. Es distinto, me gusta probar cosas nuevas y distintas, Es crocante por fuera y muy muy suave por dentro. Tostado para el desayuno o para hacer bruschettas queda excelente. Y lo mejor de todo, es muy nutritivo.
Eso si, la cocina es amor y paciencia. Hacer este pan requiere de más de 24 horas, pero no te asustes, porque lo haremos en varios pasos. Todo es cuestión de organizarse y saber en qué momento haremos casa paso. Y en el medio, seguimos con nuestra rutina diaria.
Para mi la cocina es un momento de encuentro conmigo misma, un momento de creación y de disfrute, por eso me tomo todo el tiempo que quiero y necesito, y que necesitan los alimentos. Este es el combustible que elijo hoy para mi cuerpo, es el que se merece, el de mejor calidad.
¿Te animás? ¡Espero que si!
Ingredientes:
- 2 tazas de quinua + 1 cda de vinagre de manzana, kefir de agua o limón
- 120 gr de chia + 125 ml de agua filtrada
- 4 cdas aceite de oliva o de aceite de coco neutro
- 1 cdta de bicarbonato de sodio
- 1 cda de vinagre de manzana
- 1 cdta de panela, azúcar de coco o azúcar mascaba
- 1 cdta de sal de roca o marina
- agua filtrada c/n
Procedimiento:
- Lavamos bien la quinua hasta que el agua salga limpia y sin espuma, de esta manera nos aseguramos de quitarle toda la saponina, un componente natural que cubre la semilla y que puede ser perjudicial para la salud si se ingiere en grandes cantidades, por eso la importancia de lavarla bien. Hecho este paso, vamos a ponerla en un cuenco en remojo con agua hasta cubrirla, junto con la cucharada de vinagre de manzana o de kefir. La dejamos tapada reposando toda la noche o 12 horas, para que fermente. (*)
- Al día siguiente continuamos con la preparación de nuestro pan. Ponemos en un cuenco las semillas de chica junto con los 125 ml de agua filtrada y dejamos reposar unos minutos hasta que se forme un gel.
- Luego enjuagamos la quinua y la ponemos en una licuadora o procesadora junto con la chica hidratada, el aceite de oliva, la sal, el azúcar, el bicarbonato de sodio y el vinagre de manzana. Seguramente sea necesario agregar un poco de agua para ayudar al procesado, iremos tanteando la textura. Dependiendo de la potencia de tu licuadora o procesadora, tal vez sea necesario que lo hagas en dos o tres tandas para no forzarla. La consistencia tiene que quedar espesa y algo pegajosa.
- Engrasamos una budinera o molde con aceite de coco; también podemos cubrir con papel manteca (también engrasarlo un poco) y volcamos nuestra preparación. Tapamos con un paño y dejamos reposar otras 12 hs. para continuar con el proceso de fermentación.
- Pasado este tiempo, llevamos a horno precalentado a 180 grados y cocinamos por 1 hora y media. Estará listo cuando pinchemos con un cuchillo o palillo y éste salga limpio.
- Sacamos de horno, dejamos reposar unos 15 minutos antes de desmoldar; luego terminamos de enfriar sobre una rejilla.
(*) Remojo de cereales.
La mayoría de los cereales y semillas contienen unos compuestos llamados antinutrientes (el más conocido es el ácido fítico), que consisten en una protección natural para sobrevivir en el medio ambiente en el que habitan y soportar las inclemencias climáticas. Se los llaman antinutrientes porque estos compuestos dentro de nuestro organismo inhiben la absorción de los nutrientes, por eso la importancia de neutralizarlos.
El remojo, la germinación y fermentación reactivan los cereales y las semillas y los hacen más digeribles y que sean de más fácil absorción. Y al remojarlos en un medio ácido como el vinagre de manzana o el kefir, aumentamos aún más la digestibilidad del alimento, ya que éste acelera el proceso de fermentación y la eliminación del ácido fítico. De esta manera, también mejoraremos la digestión, ya que este alimento llegará a nuestro cuerpo con un proceso de predigestión.