La Quinoa llegó para quedarse, es de esos ingredientes que hoy tienen un lugar fijo en mi alacena, ya sea en granos o en forma de harina. Este pseudocereal es considerado un superalimento, tiene muchas propiedades nutritivas, es gran fuente de minerales y proteínas.
Usar harina de Quinoa enriquecerá nuestras preparaciones y le dará un sabor particular, un poco más intenso, algo tostado y muy agradable al paladar.
Este pan es ideal para hacer el domingo, y tener listo para el desayuno de toda la semana. Se puede cortar en rebanadas aún estando tibio, guardar en el freezer e ir sacando cada día; tostado queda espectacular.
Una vez más, al hacer preparaciones con harinas vamos a utilizar el tiempo de reposo adecuado para hidratarlas y así eliminar los antinutrientes de los cereales; esto mejora considerablemente la digestión. Así que te recomiendo que hagas este paso por la noche, para cocinar el pan por la mañana; o por la mañana, para cocinar el pan por la noche. Te llevará unos pocos minutos prepararlo y mejorarás tu alimentación.
Ingredientes:
- 250 gr de mix de harina sin gluten
- 150 gr de harina de quinoa
- 10 gr de sal marina o rosada
- 1 cdta de té de goma xantica
- 1 cdta de café de bicarbonato de sodio
- 50 cc de aceite de girasol alto oleico o aceite de coco
- 2 huevos agroecológicos o de campo
- 10 gr de levadura seca
- 1 cdta de azucar orgánica o mascabo
- Agua cantidad necesaria
Procedimiento:
- El primer paso es hidratar las harinas. Mezclamos en un cuenco el mix de harinas y la harina de quinoa, las mezclamos y de a poco vamos agregando agua templada hasta lograr una especie de engrudo. La cantidad de agua que necesites dependerá mucho de la temperatura y humedad del ambiente. En este caso use unos 400 ml de agua. Tapamos con un repasador y lo dejamos reposar sobre la mesada, de 8 a 12 hs.
- Pasado el tiempo de reposo, vamos a activar la levadura. La ponemos en un cuenco con la cdta de azucar y un poco de agua tibia; mezclamos y dejamos activar unos minutos hasta que se formen burbujas.
- Agregamos a la mezcla de harinas la sal, la goma xantica, el bicarbonato y mezclamos hasta integrar bien. Luego agregamos los huevos, el aceite y la levadura activada y mezclamos. La consistencia quedará parecida a la de un bizcochuelo, pero un poco más densa.
- Volcamos la preparación en un molde previamente engrasado y nos ayudamos a extenderla hacia los bordes con una cuchara mojada. Tapamos con un repasador y dejamos reposar hasta que la preparación aumente su volumen, llegando casi al borde del molde.
- Llevamos a horno precalentado a 170 grados los primeros 10 minutos, y luego cocinamos 30 minutos más a 180 grados. Estará listo cuando al pinchar un cuchillo éste salga limpio, con alguna miguita pegada.
- Sacamos y dejamos enfriar un poco antes de desmoldar, y terminamos de enfriar sobre una rejilla.
- Si vas a guardarlo en el freezer, recordá cortarlo antes de que se enfríe totalmente, ya que esto hará que el pan mantenga la humedad y quede como recién hecho cuando lo consumas.