Leche de coco

Tan fácil y tan rica que no vas a poder creerlo. La leche de coco es un complemento ideal para batidos, jugos, para hacer budines o tortas, porridge, o simplemente refrescante para tomarla bien fría en una tarde de verano.

Ingredientes:

2 tazas de coco rallado
4 tazas de agua tibia (calentada a unos 50 grados)
Una pizca de sal marina
Extracto de vainilla

Vas a necesitar una licuadora, una bolsa para hacer leches vegetales (se compra en dietéticas; yo al principio comencé haciéndola con filtro de tela de café) y una botella para guardarla.

Con esta cantidad, te saldrán aproximadamente 800 ml de leche.

Procedimiento:

Ponemos en una licuadora el coco rallado junto con el agua y licuamos unos 2 o 3 minutos.
Agregamos la pizca de sal y unas gotas de extracto de vainilla, y licuamos unos minutos más.
El siguiente paso es tomar una jarra o recipiente de boca ancha, colocar la bolsa para hacer leches en el borde y y volcar un poco del licuado para que se vaya filtrando. Hay que «ordeñar» la bolsa hasta sacar el jugo máximo, es lo que le dará el sabor más rico. La pasta que quede, reservala. Repetimos el procedimiento hasta terminar con todo el licuado.
Una vez filtrado y exprimido todo, colocamos la leche en una botella con cierre hermético o tapa en la heladera; te va a durar de 4 a 5 días.
Si se forma un «tapón» de coco con los días no te asustes, es natural. Ayúdate con un palillo para romperlo y sacudí la botella.

¡Extra!

Con la pasta sobrante de hacer esta leche, ¡podemos hacer harina de coco! Solo tenemos que ponerla sobre una placa para horno (con papel manteca o vegetal en la base) y llevarla a horno bien bajo (50 grados), durante 2 horas. En el medio, sacaremos la bandeja un par de veces para removerlo un poco.

Cuando pasen las 2 horas, la sacamos del horno, la dejamos a temperatura ambiente y luego la guardamos en un frasco.